El color y la apariencia de los fármacos genéricos influye en su cumplimiento
Las presentaciones genéricas han supuesto un ahorro importante a los ciudadanos y al erario público en todos los países que se han implantado. En concreto, en nuestro país, como en EEUU la U.S. Food and Drug Administration (FDA) certifica la calidad de este tipo de fármacos garantizando que pueden ser intercambiados por sus marcas originales dado su bioequivalencia.
En el área cardiovascular, en concreto, se incluyen todos los fármacos antihipertensivos, hipolipemiantes, antiagregantes, anticoagulantes, y antiarrítmicos, siendo un importante capítulo en la prescripción y el gasto farmacéutico. Los estudios realizados con estos fármacos genéricos llegan a los mismos resultados que si hubiera realizado con marca, con la ventaja que al ser más baratos se mejora el cumplimiento terapéutico y con ello los resultados cardiovasculares.
Sin embargo, estos, sobre todo en nuestro país, tienen un inconveniente, que es su distinta presentación tanto en forma, color de fármaco como de la caja en la que se presentan, lo que es causa de equivocaciones y riesgos de duplicidad y de incumplimiento terapéutico.
El trabajo que comentamos, se trata de un estudio de cohortes en forma de casos anidados en el que se identificaron pacientes que habían tenido un infarto agudo de miocardio (IAM) y se les hizo un seguimiento durante un año evaluando su cumplimiento según las variaciones del color, de la forma de estos. Fueron pacientes mayores de 18 años dados de alta por IAM entre julio del 2006 y 31 junio del 2011 tras lo que empezaron un tratamiento de su cardiopatía mediante medicación genérica (beta-bloqueantes, IECA, ARA2, o estatinas). Esta fue prescrita según forma (tabletas, capsulas..) y en al menos dos versiones genéricas disponibles en el mercado de EEUU. Fueron seguidos hasta 12 meses tras su alta por IAM, hasta un nuevo ingreso, cambio de la medicación por otro de la misma clase terapéutica o interrupción del tratamiento. Los pacientes “caso”, fueron aquellos que interrumpieron la medicación específica tras un mes de la prescripción y los pacientes “controles” los que siguieron con esta. Ambos fueron aparejados según clase terapéutica, número de dispensaciones, edad, sexo. Se calcularon las tasas en los cambios en el color y de la imagen (forma) de las presentaciones durante el año tras el IAM y el incumplimiento terapéutico según los cambios en color y forma de la medicación comparando ambos grupos.
Según esto el 29% (3.286 de 11.513) tuvieron algún cambio en el color o forma del medicamento durante el estudio. Las estatinas fueron las que tuvieron más cambios y los betabloqueantes los que menos.
Se detectó que la probabilidad de incumplimiento en el paciente “caso” se incrementó un 34% tras el cambio en el color del medicamento, odds ratio ajustado (ORA) 1,34 (IC 95% 1,12 -1,59) y del 66% con el cambio en la forma del mismo ORA 1,66 (IC 95% 1,43 -1,94).
Concluyen, que las variaciones en la apariencia de los medicamentos genéricos se asocian con incumplimiento terapéutico en fármacos importantes en pacientes que han sufrido un IAM.
Algo que todos sabemos pero a lo que la administración no interviene.
Existe un comentario sobre este artículo en el blog de RB
Kesselheim AS, Bykov K, Avorn J, Tong A, Doherty M, Choudhry NK. Burden of changes in pill appearance for patients receiving generic cardiovascular medications after myocardial infarction: cohort and nested case-control studies. Ann Intern Med. 2014 Jul 15;161(2):96-103. doi: 10.7326/M13-2381.
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