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jueves, 25 de octubre de 2012
Datos contradictorios sobre los posibles beneficios y daños de las campañas poblacionales mediante mamografía
Datos contradictorios sobre los posibles beneficios y daños de las campañas poblacionales mediante mamografía
Para ser objetivo a nivel científico no hay que desechar los artículos que no siguen nuestras ideas u opiniones. En el tema de la mamografía en prevención secundaria ya he mostrado mi opinión en diversos escritos, y en posts en este blog, dejando la idea de que la mamografía genera más inconvenientes que beneficios a la mujer sana que se somete a esta prueba de cribado del cáncer de mama.
Ahora que se ha celebrado el día Contra el Cáncer de Mama. (19 de octubre), y en la que la Asociación Española Contra el Cáncer se movilizó para sensibilizar a las mujeres sobre esta patología, en donde el diagnóstico precoz es la piedra angular de la campaña; conviene recordar que las recomendaciones de la Canadian Task Force on Preventive Health Care advierte contra el cribaje rutinario mediante mamografía en mujeres entre 40-49 años y que la US Preventive Services Task Force en el 2009 recomendó el cribado en mujeres entre 50-69 años cada dos o tres años, aunque para estas recomendaciones se basara en débiles evidencias científicas; y que su traducción en la reducción de la mortalidad por cáncer de mama (CM), señalen, que sea cada vez más pequeñas, a expensas de aumentar el número de falsos positivos, y con ello el sobre-diagnóstico y el sobre-tratamiento. En este sentido, en una revisión de la Cochrane Database Syst Rev se mostró que aunque el cribado del CM mediante mamografía reduce la mortalidad, este genera un 30% de sobre-diagnóstico o un incremento del riesgo absoluto (RA) del 0,5%.
De la misma manera, el estudio que comentamos publicado en el Journal of Medical Screening a instancias del European Screening Network (EUROSCREEN) Working Group y el European Network for Indicators on Cancer (EUNICE), realizó una revisión de los principales estudios publicados en Europa intentando comparar los beneficios, y daños en forma de sobre-diagnóstico (falsos positivos). Tras analizar los datos provenientes de 12 millones de mujeres, de 26 programas de cribado, de 18 países, entre 2001 y 2007, encuentran que la reducción de la mortalidad por CM en estudios de incidencia de mortalidad fue del 25%, y del 31% en estudios de casos y controles, y el sobre-diagnóstico fue del 1 al 10% de la incidencia esperada en ausencia de cribado. En este sentido, el sobre-diagnóstico combinado estimado y ajustado por tiempo y tendencias fue, según esta revisión sistemática, del 6,5%. También a los 10 años el cribado bineal acumuló un riesgo de resultados falsos positivos con evaluaciones ulteriores no invasivas del 17% de las cuales un 3% generaron intervenciones invasivas, apuntan.
Según esta revisión sistemática por cada 1000 mujeres cribadas bienalmente desde los 50 hasta los 69 años, y seguidas hasta los 79 años, se salvaron 9 vidas y se generaron 4 casos de sobre-diagnóstico. Así mismo, 170 mujeres fueron requeridas a reliazarse al menos una prueba no invasiva con un resultado negativo, y 30 tuvieron un seguimiento con pruebas invasivas, siendo el resultado negativo. Sin embargo, en un reciente estudio Noruego del 2010 (N Engl J Med. 2010:363: 1203-1210) por cada 1000 mujeres cribadas, se salvó una vida si bien entre 5-15 mujeres fueron sobrediagnosticadas y tratadas innecesariamente. En esta revisión, al contrario de la Cochrane Database Syst Rev, la probabilidad de salvar vidas con la mamografía en campañas de cribado poblacional es mayor que el posible sobre-diagnóstico; en total, dos vidas salvadas por un caso de sobre-diagnóstico, señalan. Como contrapunto Peter Gøtzsche, del Nordic Cochrane Centre, del que hablamos en otras ocasiones, señala que la posibilidad de que una mujer sometida a mamografías sea sobre-diagnosticada es hasta 10 veces más alto que la posibilidad de salvar su vida. ¿Cómo pueden existir datos tan dispares?
Señalan, que la explicación se encontraría en que los datos aportados son de solo las mujeres a las que se les hizo la mamografía, no de todas a las que se les invitó a hacérsela pero que al final no se la hicieron (sesgo poblacional), un porcentaje que puede llegar al 70% de mujeres según ciertos países, señalan. Otra razón, es el tiempo de seguimiento de la mujer que puede llegar a los 30 años, y de 20 si el cribado se hizo entre los 50-69 años.
En fin, un contrapunto a lo escrito hasta el momento.
Guidelines. Recommendations on screening for breast cancer in average-risk women aged 40–74 years. The Canadian Task Force on Preventive Health Care
Clinical Guidelines.Screening for Breast Cancer: U.S. Preventive Services Task Force Recommendation Statement
Gøtzsche PC, Nielsen M. Screening for breast cancer with mammography. Cochrane Database Syst Rev. 2011 Jan 19;(1):CD001877.
Eugenio Pacido. Summary of the evidence of breast cancer service screening outcomes in Europe and first estimate of the benefit and harm balance sheet. J Med Screen. 2012;19(Suppl 1):5-13.
Peter C. Gøtzsche.Time to stop mammography screening?. CMAJ 2011 Nov. 21. [Epub ahead of print].
Gøtzsche PC, Hartling OJ, Nielsen M, Brodersen J, Jørgensen KJ. Breast screening: the facts--or maybe not. BMJ. 2009 Jan 27;338:b86. doi: 10.1136/bmj.b86.
Mateu,
ResponderEliminarGran reflexión y de utilidad para informar al paciente.
Te la cojo prestada para incluirla en una de mis pacientes.
http://laconsultaweb.blogspot.com.es/
Un saludo