¿Puede la edad del médico influir en su competencia profesional?
Un reportaje de hace escasos días (24-01-2011) en el New York Times aborda el tema, tremendamente actual e interesante, sobre el mantenimiento de la competencia del médico con la edad. “As Doctors Age, Worries. ¿Tiene la misma competencia un médico recién acabado que uno a punto de jubilarse?. Mirado así no cabe duda que el prejubilado es más competente que el recién licenciado, pues este ha acumulado más experiencia al cabo de la vida que aquel aunque sus conocimientos haya menguado. Pero, ¿un médico con 10 años de experiencia con uno a punto de jubilarse?. Pues parece que aquel que se encuentra en la cúspide de su capacidad psicofísica, con el máximo de conocimientos y con una experiencia suficientemente probada será superior al médico a punto de jubilarse. Sin embargo, no todo es tan sencillo, pues hay médicos y médicos y existen distintas especialidades que precisan distintas aptitudes.
A partir de una cierta edad las funciones psicomotoras van mermando y es posible que haga que la competencia profesional del médico no sea la misma. De esta situación muchas veces no es conciente el galeno pues la merma es lenta y a veces inapreciable, de manera que los sentidos, la rapidez de decisión, la memoria....no son lo que eran. Sea como fuere no es un tema absoluto pues la competencia es distinta dependiendo del nivel de partida (conocimientos adquiridos en la carrera, postgrado..) y de la personalidad de cada persona (interés para reciclarse...), sin embargo no cabe duda que afecta. Por tanto, es un tema de máximo interés ahora cuando por ley no se podrá uno jubilar antes de los 67 años.
Sin embargo, como se queja la articulista de dicho reportaje un 1/3 de los médicos americanos tienen más de 65 años y se espera que esta proporción vaya aumentado debido a la generación “baby boom”, algo que a buen seguro pasará en España, pero con la diferencia en ese país se agrava con el hecho de que muchos médicos no piensan jubilarse debido a sus respectivas situaciones económicas. De algo de esto se hablo hace pocos años en este país cuando en Cataluña se obligó de jubilarse a los 65 años a muchos jefes de servicio de grandes hospitales. El cambio económico de un especialista con medicina privada que se jubila es importante, por lo que no cabe duda que intente retrasar su jubilación el máximo de tiempo posible. Pero esta no es la situación de un médico asalariado del sistema público español.
Como relata el articulista no existe un mecanismo para detectar si un médico es competente o no debido a su edad en EEUU, según dice solo se descubre tras el estudio que se realiza tras una falta disciplinaria (en el transcurso de una denuncia), y en este país las denuncias aumentan siguiendo la edad de médico. ¿Pero que hacer si un médico se cree capaz pero a todas luces es conocido que existen impedimentos psicofísicos que hacen que su competencia caiga a niveles que afecten a la seguridad de su práctica clínica?
Aspectos que en sensu extricto por un tribunal de incapacidades no son causa de baja laboral pero que por lo delicado de la función del médico pueden afectar a las personas a las que trata.
Por regla general, dentro el estamento quirúrgico el médico de motu propio si es consciente de su edad y limitaciones, y la administración se lo permite, suele dejar de operar y solo se dedica a labores organizativas o consultivas, pero no es general. Pero, ¿que decir del médico del primer nivel, sometido a una presión asistencial de las mayores de nuestro entorno con tiempos de 5-10 minutos por contacto médico-paciente (que engloba muchas veces varias consultas), no le será más fácil equivocarse cuando se acerque a los 65 años?. ¿Cual es la alternativa que se le plantea?
Como relata dicho artículo, los defensores de los pacientes hacen notar que los pilotos de aeronaves se les somete a todo tipo de pruebas periódicas para detectar que las mermas psicofísicas no puedan afectar a la seguridad de los pasajeros. ¿Por qué no los médicos?
¿No deberíamos pasar unas pruebas al respecto?. Pero, ¿de no ser aptos, que nos ocurriría?
Yo creo que el problema no es la edad en sí, sino las condiciones laborales en las que los profesionales desempeñan sus funciones. En situación de ritmo frenético y agobio permanente a la que estamos sometidos en la gastada –y casi asqueada– Atención Primaria, quienes no dispongan de excepcionales mecanismos de adaptación –o de descarga– acabarán con demencia precoz mucho antes de la edad oficial de jubilación. Y por supuesto es imposible rendir mínimamente en una situación deplorable; ni a juvenil edad. Se pierden potencialidades y se frustran vidas… ¡Una pena!
ResponderEliminarUn saludo, Mateo.
Opino que las propuestas de recertificacion cientifica y profesional de las sociedades cientificas y colegios de medicos va en esa linea de garantizar la vigencia de la competencia del medico en su servicio a la sociedad, no solo por factores como la edad
ResponderEliminarSi, la recertificacion es una herramienta interesante en condiciones ideales, pero como afirma Jose Manuel, el principal problema de la merma en la condiciones físicas del médico, se encuentra en las condiciones laborales, léase presion asistencia, poco tiempo por consulta, algo que ningún examen puede determinar. Gracias por vuestras intervenciones. mateu seguí
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