Quien haya leído el libro “Neoliberalismo y Estado del Bienestar” del mismo autor se dará cuenta que no existen grandes diferencias entre ambos. Son libros que comparan, en base a datos macroeconómicos, nuestro país con el resto de países occidentales, con especial importancia con los del norte de Europa, y a partir de ahí intenta explicar las diferencias real o imaginarias en que se traducen tales agravios. El autor se postula como defensor a ultranza del gasto público como la panacea de que ha de solucionar nuestros problemas sociales (sanidad, educación...) como económicos (paro, demanda interna..). Leído con la perspectiva del tiempo (publicado en 2002) cuando supuestamente “España iba bien”, como recoge, uno se da cuenta como lo acontecido desde entonces a nivel político y social no han sido más aplicar los deseos o recetas de este autor. Un “efecto mariposa” del que ahora vemos sus resultados.
Sorprendentemente, el autor se reafirmó en sus ideas de aumentar el gasto público (así lo decía por la radio –programa de Isabel Gemio- la mañana del 15 mayo), pocos días después de aplicar el Gobierno las medidas de recorte para disminuir el déficit acumulado, y al tiempo que yo leía este libro.
Comentadas las ideas, sumamente atractivas de este autor (y de ahí su éxito) con algún economista de la salud me ha trasmitido la idea de que las opiniones del Sr Navarro se las confunde habitualmente como si las hiciera un economista, cuando en realidad es un politólogo (ciencias políticas), y de ahí que se aventure a escribir lo que un economista no haría. Y es que para un especialista en ciencias políticas lo importante es lo que se gasta; cuanto menos peor, cuando para un economista lo importante sea resultado, pero eso sí, al menor coste. Más eficiente.
Comparar datos aislados con sus costes si tener en cuenta otros factores es como mínimo aventurado. Doy un ejemplo, que como médico me ha llamado la atención, (pag 47-48) es la interpretación que hace de las tasas de mortalidad infantil, así dice “(bajo un 12.3 por mil, en 1980 a un 5.6 por mil en 1996), hemos visto un estancamiento e incluso un aumento de la MI (que subió a 5.7 en 1998)”, y a partir de aquí lo relaciona con el deterioro de la calidad de vida de gran parte de la población de las políticas neoliberales en ese momento...En fin, cuando la mayoría de la mortalidad infantil se producen a nivel neonatal, y el paso de 5.6 a 5.7 (mínima, además somos uno de los países con menor mortalidad infantil de mundo) puede deberse a muchas otras causas sociales o sanitarias. Y es que no cuestiono los datos si no la interpretación intencionada de los datos...Por ejemplo, otro tema que conozco un poco, la interpretación del gasto farmacéutico (pag 90), afirmando el “...excesivo porcentaje en farmacia ( España es uno de los países que más porcentaje del gasto sanitario público mayor dedica a farmacia –un 20% del gasto total-, resultando del gran poder de la industria farmacéutica),..”, cuando sabemos que esto es decir poco si tenemos en cuenta que justamente somos de los que menos gasto sanitario público tenemos (5.8% en 1999). Cuanto menos es el prepuesto dedicado a sanidad el % de gasto farmacéutico sube. Como demostró Juan Simó Miñana (1) en el trabajo que colaboré, España gasta mucho en medicamentos en porcentaje pero poco en cifras absolutas, al tiempo que este % en relación al gasto sanitario total, en relación a la media Europea, ha ido disminuyendo con los años. Y si bien nuestro gasto farmacéutico público per cápita ha ido aumentando, se ha mantenido por debajo del promedio europeo.
A partir de aquí es los defensores de hablar “cuarenta años” de los “cuarenta años” interpretando que nuestra “democracia incompleta” es la causa de todos los males.
Así como el “Neoliberalismo y Estado del Bienestar” me cautivó y cité en algún escrito, este libro me ha defraudado y a la vez preocupado de cómo las ideas pueden modificar la realidad cuando son aplicadas, y conducirnos a la situación actual que nos encontramos.
Anagrama 2002. Quinta edición diciembre 2009
(1) J. Simó Miñana, J. Gérvas Camacho, M. Seguí Díaz, R. de Pablo González y J. Domínguez Velázquez El gasto sanitario en España en comparación con el de la Europa desarrollada, 1985-2001. La atención primaria española, Cenicienta europea. Aten Primaria 2004;34(9):472-81
totalmente de acuerdo, he leído ambos libros y algunos de cuando Vicenç Navarro era profesor en USA. Incluso recuerdo su intervención en un recordado programa La Clave- La guerras "médicas". Con todo rescpecto y afecto , creo que se le ha parado el reloj. La descripción de la medicina norteamericana y de la medicina en una sociedad capitalista me pareció más interesante que sus ultimos trabajos , muy reiterativos en el aumento del gastos sanitario sin plantearse reformas del sistema ni plantearse el coste oportunidad.
ResponderEliminarEs coherente con una visión socialista o socialdemocrata clásica con un importante papel del estado, recuerdos probablemente de la sociedad escandinava de hace treinta o más años. Pero el mundo y los mismos suecos ha cambiado mucho.
Antoni Agusti
Gracias Antoni, por tu comentario. Básicamente es lo que dices. Lo que sorprende es su reedición en 2009 cuando se basa en datos anteriores del año 2000 contestando a la situación política de entonces, nada que ver con la actual. Por otro lado, parece como cada uno de sus afirmaciones (de todo cuestionables, incluso las históricas del final) han fijado la hoja de ruta de la actual administración (con la ley de memoria histórica y todo).
ResponderEliminarun saludo
mateu seguí