Cuál es la duración más idónea de la antibioterapia en niños de menos de dos años con otitis media
Sobre el tratamiento de la otitis media aguda (OMA) en los niños hemos hablado en alguna ocasión. Vimos como el diagnóstico se basa en tres criterios: 1.-comienzo agudo de los síntomas 2.- signos otoscópicos con abombamiento, otorrea o neumatoscopia patológica y 3.- signos de inflamación (otalgia y/o hiperemia timpánica). (American Academy of Pediatrics/American Academy of Family Physicians 2004). A su vez comentamos como el tratamiento con amoxicilina a 45 mg/kg/día, en tres dosis era el tratamiento de elección en EEUU hace algún tiempo; si bien es cierto que se recomendó pensando que la proporción del gérmenes como el H. influenzae fuera del 25%, así como que la proporción de los β-lactamasa positivo estuviera entre 20-30%. También comentamos como existe una proporción de OMA con curación espontánea. Sin embargo, las evidencias nos señalan que en niños menores de 3 años la ausencia de tratamiento antibiótico produce unos resultados peores que en aquellos que si los utilizaron. El tiempo de tratamiento es algo aún en debate.
La introducción de la vacunación antineumococo conjugada 7 ( VCN7) en la infancia produjo cambios en la prevalencia de los gérmenes en las OMA, reduciéndose los S. pneumoniae pero aumentado H. influenzae; así como el aumento de cepas de S. pneumoniae no incluidas en la VCN7 en España. La aparición del serotipo 19A del S. pneumoniae resistente a la penicilina (RP) a raíz de esta vacunación, condicionó la inclusión de éste en la nueva vacuna (VCN13) en EEUU.
En España, se incrementaron los serotipos 3, 6A y 19A (del 9,5 al 35,5%), de modo que el 68% de las OMA por este germen en nuestro país correspondieron a serotipos no incluidos en la VCN7, dentro los que el 43% correspondían al serotipo 19A. La resistencia a la amoxicilina por este serotipo pasó del 0 en el 2001 al 38% en el 2009. La nueva vacunación 13-valentes (VCN13) incluyó los serotipos 3, 6A y 19A. Mostrábamos como la introducción de la VCN7 modificó la flora patógena en vías respiratorias altas no solo en los niños, también en el entorno (cuidadores, ancianos), seleccionando gérmenes que obligaron a una nueva vacunación, incluso en edades adultas, y a cambiar los criterios en antibioterapia.
Con todo, no es un tema resuelto, pues aunque leemos que para EEUU se recomienda dar dosis estandars de amoxicilina-clavulánico (45 mg/kg/día en dos dosis), en nuestro país la AEPap señala como primera elección en síntomas leves o moderados a la amoxicilina a dosis de 80 mg/kg/día, oralmente en tres dosis. Según éste existirían grupos de niños (menores de dos años y sobre todo menores de 6 meses) en los que el tratamiento antibiótico no debería demorarse.
Con todo, se debería prescribir a la amoxicilina-clavulánico a dosis de 80 mg/kg/día durante 10 días en niños menores de 6 meses, lactantes con fiebre alta (más de 39 ºC y dolor agudo) en historia familiar de secuelas por OMA o antecedentes de fracasos a la amoxicilina.
Exite un algorritmo de reciente aparición que actualiza el tema en:
http://algoritmos.aepap.org/adjuntos/oma.pdf
Hoy comentamos un artículo en el que Hoberman A et al que plantea cual es la duración de la antibioterapia más idónea en niños pequeños (menos de dos años) con OMA que evite las antibiótico-resistencia.
Se identificaron a 520 niños de entre 6-23 meses de edad diagnosticados de OMA 48 horas antes, en el Hospital Infantil de Pittsburgh entre el 2012 y el 2015, y se les invitó a sus padres a recibir amoxicilina-clavulánico en pauta estandar de 90 mg/kg/día de 10 días de duración o en una pauta de 5 días, seguido de placebo durante 5 días. Los padres fueron instruidos a registrar una serie de ítems relacionados con la sintomatología del niño diariamente, que iba desde el llanto, irritabilidad, fiebre, tirarse de las orejas...
Se analizó la respuesta a las dos pautas según la respuesta clínica, recurrencia y colonización faríngea, todo ello en base a un análisis de no inferioridad de los tratamientos. La sintomatología se graduó según una puntuación que fue del 0 al 14, mayor cuanto más grave fuera.
No es raro suponer que los niños en tratamiento con amoxicilina-clavulánico durante 5 días tuvieran más fracasos clínicos que aquellos en tratamiento durante 10 días, 77 de los 229 (34%) frente a 39 de 238 (16%), una diferencia de 17 puntos (IC 95% 9-25), del mismo modo que la puntuación sintomática desde el período del 6º al 14 día fue de 1,61 en el grupo de los 5 días y de 1,34 en el grupo de los 10 días (P=0,07), y la puntuación media del día 12º al 14º fue de 1,89 y 1,20 respectivamente (P=0,001). En este sentido, el porcentaje de niños que la puntuación sintomática disminuyó más de un 50% (indicando una sintomatología menos grave) desde el inicio al final del tratamiento fue inferior en el grupo de los 5 días que en el grupo de 10 días, 181 de 227 (80%) frente a 211 de 233 (91%), p= 0,003.
En cuanto a las tasas de recurrencias, de eventos adversos o de colonización nasofaríngea de gérmenes patógenos con escasa susceptibilidad a la penicilina, no hubo diferencias significativas entre los grupos.
Hay que decir que dado los resultados el estudio se tuvo que parar por motivos éticos, pues el análisis previo mostró que la terapia corta no mejoraba ni mostraba una no inferioridad a la terapia más larga.
Según éste estudio en niños de entre 6 y 23 meses con OMA, reducir la duración de la antibioterapia (5 días) empeora los resultados (34% de fallos) frente a una duración convencional de 10 días (16% de fallos). Además, ni los efectos adversos (diarreas, dermatitis del pañal, ..) ni la tasa de gérmenes resistentes a la antibioterapia fue inferior en el régimen más corto.
Hoberman A, Paradise JL, Rockette HE, Kearney DH, Bhatnagar S, Shope TR, et al Shortened Antimicrobial Treatment for Acute Otitis Media in Young Children. N Engl J Med. 2016 Dec 22;375(25):2446-2456. doi: 10.1056/NEJMoa1606043.
William T. Basco. Antibiotic Therapy for Acute Otitis Media in Children Under 2: Must We Go Long?. Medscape Pediatrics. March 07, 2017
Wald ER, DeMuri GP. Commentary: antibiotic recommendations for acute otitis media and acute bacterial sinusitis in 2013--the conundrum. Pediatr Infect Dis J. 2013 Jun;32(6):641-3. doi: 10.1097/INF.0b013e3182868cc8.
Castillo Martína F, Baquero Artigao F, et al. Documento de consenso sobre etiología, diagnóstico y tratamiento de la otitis media aguda. An Pediatr (Barc). 2012;77(5):345.e1---345.e8
Cubero Santos A, García Vera C, Lupiani Castellanos P. Guía de Algoritmos en Pediatría
de Atención Primaria. Otitis media aguda. AEPap. 2017 (en línea) consultado el dd/mm/aaaa. Disponible: en algoritmos.aepap.org
http://algoritmos.aepap.org/adjuntos/oma.pdf
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lunes, 26 de junio de 2017
lunes, 19 de junio de 2017
El ejercicio físico activa el cerebro en pacientes con isquemia subcortical leve y alteraciones cognitivas
El ejercicio físico activa el cerebro en pacientes con isquemia subcortical leve y alteraciones cognitivas
La enfermedad vasculocerebral es una causa frecuente de alteración cognitiva, que representa la segunda causa más común de “alteración cognitiva mínima “(AC). Se admite que la AC se puede retrasar con el ejercico aeróbico (como hemos visto en otros post) al reducir éste los factores de riesgo cardiovasculares (FRCV), sin embargo, son pocos los estudios que evalúan estas intervenciones sobre los objetivos cognitivos en pacientes con riesgo de padecer esta alteración cognitiva.
Traemos aquí un estudio que evalúa si un programa de ejercicio aeróbico de moderada intensidad tendría influencia en las funciones neurológicas ejecutivas y funcionales de personas ancianas con antecedentes de AC por isquemia subcortical leve (AC-ISCL).
Los 38 participantes con AC-ISCL se alteatorizaron a realizar durante 6 meses, 3 veces por semana o una hora (caminando) de ejercicio aeoróbico o su actividad habitual. A ambos grupos se les dió información sobre la AC-ISCL y consejos sobre una dieta sana.
Se les hizo una resonancia magnética nuclear funcional (RMNf) al inicio y a la finalización del estudio, en las que se evaluaron la actividad neuronal según el tipo de tareas. A su vez se les pasó otros test para medir la actividad neurológica y de capacidad cognitiva.
Con ello se vio que tras ajustar por actividad cognitiva al inicio, el grupo de entrenamiento aeróbico mejoraba significativamente el tiempo de reacción en la resolución de tareas en los test cognitivos. Además en comparación con los controles, el grupo de entrenamiento aeróbico demostró una menor activación del cortex occipital lateral izquierdo y el gyrus temporal superior derecho. Estos cambios neurológicos estuvieron relacionados con mejorías (rapidez) en la realización de las actividades evaluadas.
Concluyen que una actividad aeróbica en personas mayores con AC-ISCL puede mejorar las funciones ejecutivas y la eficiencia neurológica asociada a determinadas áreas cerebrales. Se entiende que el ejercicio físico aumenta el flujo cerebral en determinadas áreas y reduce factores de riesgo que disminuyen el flujo cerebral como la hipertensión arterial, la diabetes o las LDL- colesterol.
Como factores limitantes se apunta que los participantes del grupo de intervención fueran más sanos y que la misma intervención (caminar) al estar inmersa en un contexto grupal pudiera actuar sobre aspectos cognitivos no exclusivamente debidos al ejercicio físico.
Se precisan más estudios para completar y consolidar estos hallazgos.
Hsu CL, Best JR, Davis JC, Nagamatsu L, Wang S, Boyd LA, Hsiung GR, Voss MW, Eng JJ, Liu-Ambrose T1,. Aerobic exercise promotes executive functions and impacts functional neural activity among older adults with vascular cognitive impairment. Br J Sports Med. 2017 Apr 21. pii: bjsports-2016-096846. doi: 10.1136/bjsports-2016-096846. [Epub ahead of print]
La enfermedad vasculocerebral es una causa frecuente de alteración cognitiva, que representa la segunda causa más común de “alteración cognitiva mínima “(AC). Se admite que la AC se puede retrasar con el ejercico aeróbico (como hemos visto en otros post) al reducir éste los factores de riesgo cardiovasculares (FRCV), sin embargo, son pocos los estudios que evalúan estas intervenciones sobre los objetivos cognitivos en pacientes con riesgo de padecer esta alteración cognitiva.
Traemos aquí un estudio que evalúa si un programa de ejercicio aeróbico de moderada intensidad tendría influencia en las funciones neurológicas ejecutivas y funcionales de personas ancianas con antecedentes de AC por isquemia subcortical leve (AC-ISCL).
Los 38 participantes con AC-ISCL se alteatorizaron a realizar durante 6 meses, 3 veces por semana o una hora (caminando) de ejercicio aeoróbico o su actividad habitual. A ambos grupos se les dió información sobre la AC-ISCL y consejos sobre una dieta sana.
Se les hizo una resonancia magnética nuclear funcional (RMNf) al inicio y a la finalización del estudio, en las que se evaluaron la actividad neuronal según el tipo de tareas. A su vez se les pasó otros test para medir la actividad neurológica y de capacidad cognitiva.
Con ello se vio que tras ajustar por actividad cognitiva al inicio, el grupo de entrenamiento aeróbico mejoraba significativamente el tiempo de reacción en la resolución de tareas en los test cognitivos. Además en comparación con los controles, el grupo de entrenamiento aeróbico demostró una menor activación del cortex occipital lateral izquierdo y el gyrus temporal superior derecho. Estos cambios neurológicos estuvieron relacionados con mejorías (rapidez) en la realización de las actividades evaluadas.
Concluyen que una actividad aeróbica en personas mayores con AC-ISCL puede mejorar las funciones ejecutivas y la eficiencia neurológica asociada a determinadas áreas cerebrales. Se entiende que el ejercicio físico aumenta el flujo cerebral en determinadas áreas y reduce factores de riesgo que disminuyen el flujo cerebral como la hipertensión arterial, la diabetes o las LDL- colesterol.
Como factores limitantes se apunta que los participantes del grupo de intervención fueran más sanos y que la misma intervención (caminar) al estar inmersa en un contexto grupal pudiera actuar sobre aspectos cognitivos no exclusivamente debidos al ejercicio físico.
Se precisan más estudios para completar y consolidar estos hallazgos.
Hsu CL, Best JR, Davis JC, Nagamatsu L, Wang S, Boyd LA, Hsiung GR, Voss MW, Eng JJ, Liu-Ambrose T1,. Aerobic exercise promotes executive functions and impacts functional neural activity among older adults with vascular cognitive impairment. Br J Sports Med. 2017 Apr 21. pii: bjsports-2016-096846. doi: 10.1136/bjsports-2016-096846. [Epub ahead of print]
sábado, 17 de junio de 2017
Más evidencias sobre el condroitin sulfato en el tratamiento de la artrosis
Más evidencias sobre el condroitin sulfato en el tratamiento de la artrosis
Suelo seguir el tema de los SYSADOA (Symptomatic Slow Acting Drugs for OsteoArtritis), al no ser un tema cerrado y sobre todo, al ser un tema polémico en donde las evidencias son escasas y a veces contradictorias, o en donde que la significación estadística se traduce en escasos beneficios clínicos. Incluso como comentamos cuando el placebo incluso puede ser superior al propio fármaco estudiado, como vimos.
Una revisión de de la Cochrane Collaboration señaló que el condroitín sulfato (CS) (solo o en combinación con glucosamina) supera al placebo en la mejoría del dolor en pacientes con artrosis, pero solo en ensayos clinicos (ECA) de corta duración y de calidad variable. Unos beneficios de moderados a bajos aunque clínicamente significativos.
El CS son sustancias que se encuentra de manera natural en los tejidos, sean humanos o de animales, y en muchos países es considerado un suplemento dietético y vendido como tal. El que se comercializa para el tratamiento de la artrosis proviene de cartílagos animales, habitualmente marinos.
Se advierte que el CS tiene altas dosis de manganeso por lo que su utilización crónica podría dar lugar a su acumulación (de ahí que se recomienden tratamientos intermitentes). Como efectos secundarios puede dar diarrea, estreñimiento y dolor abdominal.
Un estudio prospectivo reciente realizado en Europa por el laboratorio fabricante de la molécula durante 6 meses en tres brazos, uno doble-ciego, otro doble simulación, placebo y celecoxib (200 mg/d), en el que se evaluaron los cambios mediantes una escala analógica visual (VAS) y el índice de Lequesne Index (LI) como objetivos primarios y en los objetivos secundarios las escalas de Minimal-Clinically Important Improvement (MCII) y Patient-Acceptable Symptoms State (PASS).
Se incluyeron a 604 pacientes de 5 países europeos con artrosis de rodilla diagnosticados según los criterios de la American College of Rheumalogy (ACR) y fueron seguidos durante 182 días.
Según éste, tanto el CS como el celecoxib mostraron una mayor reducción del dolor y del LI que el placebo.
Según análisis en intención de tratar, la reducción de la VAS en el 182 días en el grupo del CS fue de -42,6 mm y en el grupo de celecoxib -39,5 mm, significativamente mayor que el grupo placebo -33.3 mm (p=0,001 en el CS y de p=0,009 para el celecoxib), no encontrando diferencias entre el CS y el celecoxib. Utilizando la escala LI hubo una reducción en el grupo del CS de -4,7 y en el de celecoxib -4,6, mayor que en el grupo placebo -3,7 (p=0,023 para el CS y de p=0,015 para el celecoxib). Tampoco se observaron diferencias entre el CS y el celecoxib.
En cuanto a los objetivos secundarios (test de MCII y la PASS) también mejoraron significativamente a los 182 días en el CS y el celecoxib.
Tanto uno como otro tuvieron unos perfiles de seguridad excelentes, señalan.
Concluyen que la administración de 800 mg al día de CS es superior al placebo y similar a la administración de celecoxib en la reducción del dolor y en la mejora de la función a los 6 meses en pacientes con artrosis de rodilla. Consideran que el CS debería considerarse como fármaco de primera intención en el tratamiento de la gonartrosis. Con todo la mejoría de la función articular con el celecoxib es más rápida que con el CS.
Un dato más para la discusión.
Reginster JY, Dudler J, Blicharski T, Pavelka K. Pharmaceutical-grade chondroitin sulfate is as effective as celecoxib and superior to placebo in symptomatic knee osteoarthritis: the ChONdroitin versus CElecoxib versus Placebo Trial (CONCEPT). Ann Rheum Dis. 2017 May 22. pii: annrheumdis-2016-210860. doi: 10.1136/annrheumdis-2016-210860. [Epub ahead of print]
Nicky Broyd. Chondroitin Sulfate 'Helps Knee Osteoarthritis'. Medscape. May 26, 2017
Singh JA1, Noorbaloochi S, MacDonald R, Maxwell LJ. Chondroitin for osteoarthritis. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Jan 28;1:CD005614. doi: 10.1002/14651858.CD005614.pub2.
Suelo seguir el tema de los SYSADOA (Symptomatic Slow Acting Drugs for OsteoArtritis), al no ser un tema cerrado y sobre todo, al ser un tema polémico en donde las evidencias son escasas y a veces contradictorias, o en donde que la significación estadística se traduce en escasos beneficios clínicos. Incluso como comentamos cuando el placebo incluso puede ser superior al propio fármaco estudiado, como vimos.
Una revisión de de la Cochrane Collaboration señaló que el condroitín sulfato (CS) (solo o en combinación con glucosamina) supera al placebo en la mejoría del dolor en pacientes con artrosis, pero solo en ensayos clinicos (ECA) de corta duración y de calidad variable. Unos beneficios de moderados a bajos aunque clínicamente significativos.
El CS son sustancias que se encuentra de manera natural en los tejidos, sean humanos o de animales, y en muchos países es considerado un suplemento dietético y vendido como tal. El que se comercializa para el tratamiento de la artrosis proviene de cartílagos animales, habitualmente marinos.
Se advierte que el CS tiene altas dosis de manganeso por lo que su utilización crónica podría dar lugar a su acumulación (de ahí que se recomienden tratamientos intermitentes). Como efectos secundarios puede dar diarrea, estreñimiento y dolor abdominal.
Un estudio prospectivo reciente realizado en Europa por el laboratorio fabricante de la molécula durante 6 meses en tres brazos, uno doble-ciego, otro doble simulación, placebo y celecoxib (200 mg/d), en el que se evaluaron los cambios mediantes una escala analógica visual (VAS) y el índice de Lequesne Index (LI) como objetivos primarios y en los objetivos secundarios las escalas de Minimal-Clinically Important Improvement (MCII) y Patient-Acceptable Symptoms State (PASS).
Se incluyeron a 604 pacientes de 5 países europeos con artrosis de rodilla diagnosticados según los criterios de la American College of Rheumalogy (ACR) y fueron seguidos durante 182 días.
Según éste, tanto el CS como el celecoxib mostraron una mayor reducción del dolor y del LI que el placebo.
Según análisis en intención de tratar, la reducción de la VAS en el 182 días en el grupo del CS fue de -42,6 mm y en el grupo de celecoxib -39,5 mm, significativamente mayor que el grupo placebo -33.3 mm (p=0,001 en el CS y de p=0,009 para el celecoxib), no encontrando diferencias entre el CS y el celecoxib. Utilizando la escala LI hubo una reducción en el grupo del CS de -4,7 y en el de celecoxib -4,6, mayor que en el grupo placebo -3,7 (p=0,023 para el CS y de p=0,015 para el celecoxib). Tampoco se observaron diferencias entre el CS y el celecoxib.
En cuanto a los objetivos secundarios (test de MCII y la PASS) también mejoraron significativamente a los 182 días en el CS y el celecoxib.
Tanto uno como otro tuvieron unos perfiles de seguridad excelentes, señalan.
Concluyen que la administración de 800 mg al día de CS es superior al placebo y similar a la administración de celecoxib en la reducción del dolor y en la mejora de la función a los 6 meses en pacientes con artrosis de rodilla. Consideran que el CS debería considerarse como fármaco de primera intención en el tratamiento de la gonartrosis. Con todo la mejoría de la función articular con el celecoxib es más rápida que con el CS.
Un dato más para la discusión.
Reginster JY, Dudler J, Blicharski T, Pavelka K. Pharmaceutical-grade chondroitin sulfate is as effective as celecoxib and superior to placebo in symptomatic knee osteoarthritis: the ChONdroitin versus CElecoxib versus Placebo Trial (CONCEPT). Ann Rheum Dis. 2017 May 22. pii: annrheumdis-2016-210860. doi: 10.1136/annrheumdis-2016-210860. [Epub ahead of print]
Nicky Broyd. Chondroitin Sulfate 'Helps Knee Osteoarthritis'. Medscape. May 26, 2017
Singh JA1, Noorbaloochi S, MacDonald R, Maxwell LJ. Chondroitin for osteoarthritis. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Jan 28;1:CD005614. doi: 10.1002/14651858.CD005614.pub2.
martes, 13 de junio de 2017
Relación entre la industria de refrescos y las organizaciones sanitarias
La “diabetobesidad” es una epidemia en el mundo occidental. La obesidad está en alza y al margen de la morbilidad acompañante, es junto con el hábito tabáquico, la mayor causa prevenible de años de ajustados por calidad de vida. En el 2012, el 35% de los americanos eran obesos y el 69% presentaban sobrepeso u obesidad.
Una de las causas principales de la obesidad en EEUU es el consumo de refrescos, de bebidas azucaradas. Se estima que el consumo de estas bebidas es la causa de un 1/5 de la ganancia ponderal en los americanos entre los años 1977 y 2007. En sentido contrario, el descenso en su consumo es una importante medida de salud pública.
Las organizaciones sanitarias, que son las mismas que proponen la reducción del consumo de estos alimentos, reciben donaciones de compañías que fabrican estos productos, lo que en cierta manera provoca un conflicto de intereses que puede influir en los mensajes que dan estas organizaciones.
El porqué estas compañías financian estas organizaciones sanitarias es complejo, pero puede tener que ver con la asociación de la marca con la salud y la influencia a nivel mediático de estas marcas en las actitudes de los consumidores que valoran la salud por encima de otros motivos. Estos temas han sido perfectamente estudiados con el tabaco y el alcohol, por ejemplo, pero no con las compañías que fabrican los refrescos (soda companies, SC).
El estudio que comentamos, publicado el año pasado, hace un análisis sistemático la relación y financiación (sponsorship) de las organizaciones sanitarias en Estados Unidos (EEUU) durante los cinco años comprendidos entre el 2011 y 2015. A su vez estudian los esfuerzos de éstas en influir en las legislaciones aprobadas para prevenir la obesidad con la idea puesta en que los fondos invertidos sean congruentes con la misión de las organizaciones financiadas.
Se hizo una búsqueda sistemática con la que identificar las SC que financiaban las organizaciones sanitarias que trabajaban en EEUU entre 2011 y 2015. Identificando dos de las más importantes y conocidas. A partir de su identificación se hizo una búsqueda con las marcas de las compañías relacionándolas con términos relacionados con la salud etc..., de un modo semejante al que se hizo con estudios parecidos en relación con el alcohol y el tabaco.
Según éste estudio 96 organizaciones sanitarias nacionales estadounidenses aceptaron dinero de dichas compañías, de una o de ambas. De éstas, 12 aceptaron de ambas compañías. Si bien es cierto que una de ellas solo financió un 14%, mientras la otra llegó al 99%.
La realidad, es que como se mostró con el alcohol y el tabaco, estas donaciones filantrópicas por parte de las compañías de refrescos tienen un efecto negativo sobre los mensajes que las organizaciones sanitarias difunden, mejorando la imagen (más saludable) de las marcas que dichas industrias promocionan, todo ello como un efecto calculado de herramientas de marketing. Este efecto es especialmente importante en la infancia en donde el aumento de la obesidad infantil y la creación de hábitos saludables es más importante. En este sentido, las academias americanas, Academy of Nutrition and Dietetics, la American Academy of Pediatrics, la American Academy of Family Physicians, y la American College of Cardiology, no han renovado sus contratos con dichas compañías desde final del 2015, señalan. Algo que podría emularse por nuestras sociedades científicas (incluso las de pediatría) que aún reciben financiación e incluso promocionan productos dietéticos no del todo saludables.
Aaron DG, Siegel MB. Sponsorship of National Health Organizations by Two Major Soda Companies. Am J Prev Med. 2017 Jan;52(1):20-30. doi: 10.1016/j.amepre.2016.08.010. Epub 2016 Oct 10.
Coca-Cola’s secret influence on medical and science journalists. BMJ 2017; 357 doi: https://doi.org/10.1136/bmj.j1638 (Published 05 April 2017)
domingo, 11 de junio de 2017
Victus de Albert Sanchez Piñol
Victus de Albert Sanchez Piñol
Novela en principio histórica que a medida que la lees te das cuenta que podría encuadrarse más en el género de ficción histórica o de creadora de mitos. Una ficción para un público que busca leer como histórico lo que es en buena medida una invención del escritor. Escrito en un momento (2013) y un lugar (Cataluña) proclive a este tipo de libros de exaltación patriótica; de una historia en buena medida ajustada a un determinado tipo de lector. Se lee bien, pues está bien escrito con dosis adecuadas de suspense hasta la página 108 (la “corona catalana”, versión electrónica), a partir de donde hay que tomárselo como un libro sometido a las libertades argumentales del escritor. Al margen de las interpretaciones históricas, exageraciones más o menos intencionadas …tiene detalles extemporáneos desde el inicio que no pudieron corresponder al tiempo al que se refiere la novela que le hacen perder valor, credibilidad. Se hace ver que fue una guerra entre España (que no Castilla, en ocasiones, pues sorprende la contradicción de que “España” empezó con los Borbones) y Cataluña, cuando se trató de una guerra civil española, europea, que tuvo como consecuencias la pérdida de los fueros del antiguo reino de Aragón (un término que no aparece en la novela) afectando a Aragón, a Valencia, y a Baleares (Menorca estuvo enfrentada “calistes i felipets” entre ella misma y durante el siglo XVIII fue británica por este affaire). “No quería darse cuenta de que Castilla y Cataluña estaban en guerra exactamente del mismo modo que Francia e Inglaterra…” (pag 229)
Mitos actuales, introducidos en aquel tiempo, como que Cataluña era un país independiente, más libre, más tolerante, más democrático o motor económico de España… que se plantean falsamente, frente a una España de gobernantes corruptos, degradados... En este sentido, es interesante releer la monografía, ya comentada en este blog hace años y editada por el PAIS “Los primeros Borbones. 1700-1759 de John Lynch”, en este se puede leer como: “Puede decirse que el modelo catalán de crecimiento económico surgió alrededor de 1750, justamente a consecuencia de aquello de lo que políticamente habían detestado. (pag 239)”.
Comparaciones imposibles, situaciones, pensamientos…
Al margen de esto, puede suceder que algún lector que no se tome el relato como una ficción y pueda sentirse molesto con su lectura y dejarlo. Con todo, es un buen libro, bien escrito, entretenido, con un argumento bien desarrollado que te hacen mantener el interés hasta el final. Lástima de las connotaciones nacionalistas que lo impregnan. La extensión (541) me resultó un pelín larga.
Novela en principio histórica que a medida que la lees te das cuenta que podría encuadrarse más en el género de ficción histórica o de creadora de mitos. Una ficción para un público que busca leer como histórico lo que es en buena medida una invención del escritor. Escrito en un momento (2013) y un lugar (Cataluña) proclive a este tipo de libros de exaltación patriótica; de una historia en buena medida ajustada a un determinado tipo de lector. Se lee bien, pues está bien escrito con dosis adecuadas de suspense hasta la página 108 (la “corona catalana”, versión electrónica), a partir de donde hay que tomárselo como un libro sometido a las libertades argumentales del escritor. Al margen de las interpretaciones históricas, exageraciones más o menos intencionadas …tiene detalles extemporáneos desde el inicio que no pudieron corresponder al tiempo al que se refiere la novela que le hacen perder valor, credibilidad. Se hace ver que fue una guerra entre España (que no Castilla, en ocasiones, pues sorprende la contradicción de que “España” empezó con los Borbones) y Cataluña, cuando se trató de una guerra civil española, europea, que tuvo como consecuencias la pérdida de los fueros del antiguo reino de Aragón (un término que no aparece en la novela) afectando a Aragón, a Valencia, y a Baleares (Menorca estuvo enfrentada “calistes i felipets” entre ella misma y durante el siglo XVIII fue británica por este affaire). “No quería darse cuenta de que Castilla y Cataluña estaban en guerra exactamente del mismo modo que Francia e Inglaterra…” (pag 229)
Mitos actuales, introducidos en aquel tiempo, como que Cataluña era un país independiente, más libre, más tolerante, más democrático o motor económico de España… que se plantean falsamente, frente a una España de gobernantes corruptos, degradados... En este sentido, es interesante releer la monografía, ya comentada en este blog hace años y editada por el PAIS “Los primeros Borbones. 1700-1759 de John Lynch”, en este se puede leer como: “Puede decirse que el modelo catalán de crecimiento económico surgió alrededor de 1750, justamente a consecuencia de aquello de lo que políticamente habían detestado. (pag 239)”.
Comparaciones imposibles, situaciones, pensamientos…
Al margen de esto, puede suceder que algún lector que no se tome el relato como una ficción y pueda sentirse molesto con su lectura y dejarlo. Con todo, es un buen libro, bien escrito, entretenido, con un argumento bien desarrollado que te hacen mantener el interés hasta el final. Lástima de las connotaciones nacionalistas que lo impregnan. La extensión (541) me resultó un pelín larga.
jueves, 8 de junio de 2017
¿Hay que tratar el hipotiroidismo subclínico en los ancianos?
¿Hay que tratar el hipotiroidismo subclínico en los ancianos?
Un tema que preocupa en el tratamiento de las personas mayores es el hecho de si tratar o no aquellas situaciones en que bioquímicamente la tirotropina (TSH, Thyroid-Stimulating Hormone) muestra que el paciente tiene un hipotiroidismo pero sus hormonas tiroideas son normales. ¿Tiene esta situación alguna repercusión en la sintomatología del paciente anciano? ¿Prescribir hormonas tiroideas aparentemente innecesarias puede producir alguna mejora?
Habitualmente esperamos a que la TSH llegue a 10 mIU/ml para empezar a tratar con tiroxina un hipotiroidismo subclínico (HTSC) en personas mayores. Sin embargo, siempre nos quedamos con la duda, y si tiene entre 4-7, o entre 7-10 mIU/ml o más. ¿es necesario?.
¿Todos los HTSC acaban siendo clínicos, con afectación de las hormonas tiroideas?. ¿Es ésta una fase precoz de la otra?
Traemos aquí un estudio que se plantea la hipótesis de si la utilización de la levotiroxina para tratar el HTSC en personas mayores es necesario. ¿Prescribir levotiroxina produce beneficios clínicos en las personas mayores que presentan esta condición?
Se trata de un ensayo clínico aleatorizado (ECA) sobre 737 personas mayores de 65 años con HTSC persistente, TSH entre 4,60 – 19,99 mIU/l y con hormonas tiroideas en márgenes de normalidad. De éstos, 368 fueron asignados a recibir levotiroxina (empezando por 50 μg/día, o 25 μg/día si el peso corporal era inferior a 50 kg o el paciente presentaba enfermedad coronaria). La dosis se fue ajustando según los niveles de TSH. Otros 369 pacientes fueron aleatorizados a recibir un placebo con ajuste de dosis simulada.
Los objetivos evaluados fueron los cambios en la sintomatología recogidos en la escala “sintomatología de hipotiroidismo” (Hypothyroid Symptoms score) y la “puntuación de astenia o fatiga” (Tiredness score ), y el cuestionario de calidad de vida relacionada con el tiroides (thyroid-related quality-of-life questionnaire) realizados al año del iniciarse el estudio (escalas de 0 sobre 100, cuanto mayor es la puntuación, más síntomas de hipotiroidismo o de cansancio). Se evaluó como de importancia clínica una diferencia de 9 puntos.
La edad media de los pacientes fue de 74,4 años y 396 (53,7%) era mujeres.
La media con su desviación standard de TSH fue de 6,40±2,01 mIU por litro al inicio, y al año los niveles se habían reducido a 5,48 mIU/litro en el grupo placebo y a 3,63 mIU/l en el grupo de intervención (p inferior a 0,001), con una dosis media de levotiroxina de 50 μg.
Al año no se encontraron diferencias en la puntuación del Hypothyroid Symptoms score, siendo 0,2±15,3 en el grupo placebo y de 0,2±14, 4 en el grupo de la levotiroxina; la diferencia entre grupos fue del 0,0 (IC 95% -2,0 to 2,1), y tampoco en el Tiredness score, siendo 3,2±17,7 la puntuación en el placebo y de 3,8±18,4 en el de la levotiroxina; la diferencia entre los grupos fue de 0,4 (IC 95% -2,1 a 2,9).
Tampoco se encontraron efectos en los objetivo secundarios ni efectos secundarios adversos con la adición de levotiroxina.
Concluyen que la levotiroxina no aporta beneficios aparentes en personas mayores con hipotiroidismo subclínico.
Con todo a efectos de riesgo cardiovascular, señalan, no sería inadecuado tratar TSH superiores a 10 mIU/litro, y “esperar y ver” en niveles entre 7-10 mIU/litro y no tratar por debajo de este umbral.
Stott DJ, Rodondi N, Kearney PM, et al; TRUST Study Group. Thyroid hormone therapy for older adults with subclinical hypothyroidism. N Engl J Med. 2017 Apr 3. [Epub ahead of print]
Anne R. Cappola. Subclinical Hypothyroidism in Elderly: OK to Watch and Wait? Medscape May 01, 2017
Un tema que preocupa en el tratamiento de las personas mayores es el hecho de si tratar o no aquellas situaciones en que bioquímicamente la tirotropina (TSH, Thyroid-Stimulating Hormone) muestra que el paciente tiene un hipotiroidismo pero sus hormonas tiroideas son normales. ¿Tiene esta situación alguna repercusión en la sintomatología del paciente anciano? ¿Prescribir hormonas tiroideas aparentemente innecesarias puede producir alguna mejora?
Habitualmente esperamos a que la TSH llegue a 10 mIU/ml para empezar a tratar con tiroxina un hipotiroidismo subclínico (HTSC) en personas mayores. Sin embargo, siempre nos quedamos con la duda, y si tiene entre 4-7, o entre 7-10 mIU/ml o más. ¿es necesario?.
¿Todos los HTSC acaban siendo clínicos, con afectación de las hormonas tiroideas?. ¿Es ésta una fase precoz de la otra?
Traemos aquí un estudio que se plantea la hipótesis de si la utilización de la levotiroxina para tratar el HTSC en personas mayores es necesario. ¿Prescribir levotiroxina produce beneficios clínicos en las personas mayores que presentan esta condición?
Se trata de un ensayo clínico aleatorizado (ECA) sobre 737 personas mayores de 65 años con HTSC persistente, TSH entre 4,60 – 19,99 mIU/l y con hormonas tiroideas en márgenes de normalidad. De éstos, 368 fueron asignados a recibir levotiroxina (empezando por 50 μg/día, o 25 μg/día si el peso corporal era inferior a 50 kg o el paciente presentaba enfermedad coronaria). La dosis se fue ajustando según los niveles de TSH. Otros 369 pacientes fueron aleatorizados a recibir un placebo con ajuste de dosis simulada.
Los objetivos evaluados fueron los cambios en la sintomatología recogidos en la escala “sintomatología de hipotiroidismo” (Hypothyroid Symptoms score) y la “puntuación de astenia o fatiga” (Tiredness score ), y el cuestionario de calidad de vida relacionada con el tiroides (thyroid-related quality-of-life questionnaire) realizados al año del iniciarse el estudio (escalas de 0 sobre 100, cuanto mayor es la puntuación, más síntomas de hipotiroidismo o de cansancio). Se evaluó como de importancia clínica una diferencia de 9 puntos.
La edad media de los pacientes fue de 74,4 años y 396 (53,7%) era mujeres.
La media con su desviación standard de TSH fue de 6,40±2,01 mIU por litro al inicio, y al año los niveles se habían reducido a 5,48 mIU/litro en el grupo placebo y a 3,63 mIU/l en el grupo de intervención (p inferior a 0,001), con una dosis media de levotiroxina de 50 μg.
Al año no se encontraron diferencias en la puntuación del Hypothyroid Symptoms score, siendo 0,2±15,3 en el grupo placebo y de 0,2±14, 4 en el grupo de la levotiroxina; la diferencia entre grupos fue del 0,0 (IC 95% -2,0 to 2,1), y tampoco en el Tiredness score, siendo 3,2±17,7 la puntuación en el placebo y de 3,8±18,4 en el de la levotiroxina; la diferencia entre los grupos fue de 0,4 (IC 95% -2,1 a 2,9).
Tampoco se encontraron efectos en los objetivo secundarios ni efectos secundarios adversos con la adición de levotiroxina.
Concluyen que la levotiroxina no aporta beneficios aparentes en personas mayores con hipotiroidismo subclínico.
Con todo a efectos de riesgo cardiovascular, señalan, no sería inadecuado tratar TSH superiores a 10 mIU/litro, y “esperar y ver” en niveles entre 7-10 mIU/litro y no tratar por debajo de este umbral.
Stott DJ, Rodondi N, Kearney PM, et al; TRUST Study Group. Thyroid hormone therapy for older adults with subclinical hypothyroidism. N Engl J Med. 2017 Apr 3. [Epub ahead of print]
Anne R. Cappola. Subclinical Hypothyroidism in Elderly: OK to Watch and Wait? Medscape May 01, 2017
domingo, 4 de junio de 2017
Los analgésicos y la audición
Los analgésicos y la audición
Es conocido que el uso, y sobre todo el abuso, de los analgésicos tienen efectos contraproducentes. Los análgésicos puros, o sea no antiinflamatorios (como el ibuprofeno, el diclofenaco…), serían más seguros a nivel gastro intestinal (o sea, no tendrían tanto impacto en el estómago) pero también tendrían otros efectos preocupantes. La realidad es que no hay ningún fármaco inocuo y sobre todo si se toma continuamente.
Del paracetamol, del que ya hablaremos otro día, les adelanto que su intoxicación (algo infrecuente) es una de las principales causas de trasplante de hígado en los países occidentales; y de los analgésicos morfínicos, unos fármacos que de no recetarse hace algunos años, se han convertido en medicación crónica en nuestro país, dan cuenta las cifras de dependencia, síndromes de abstinencia y sobre todo como causa de muerte (que superan a las drogas ilegales) por su abuso en países como Estados Unidos.
Sin embargo, hoy hablaremos de otra cosa. De la relación de los analgésicos antiinflamatorios y del paracetamol con la audición.
Clásicamente los médicos sabemos que dosis altas de aspirina (ac acetilsalicilico) y de los antiinflamatorios son causa de ototoxicidad (daño en el oído). Y, por tanto, siempre hemos sabido que los antiinflamatorios deben utilizarse con precaución en las personas con problema auditivos. Sin embargo, según datos de una importante encuesta de salud de EEUU, la National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES), más del 50% de los adultos mayores de 60 años y dos tercios de las mujeres en estas edades, tendrían problemas de audición, sobre todo en las frecuencias altas, por lo que el abuso de estas sustancias podría empeorar esta situación o ser la causa de la misma.
Los antiinflamatorios pueden afectar al oído al actuar sobre el flujo sanguíneo a este nivel (en la cóclea, por la inhibición de las prostaglandinas), y el paracetamol alterando la protección del oído (cóclea) al ruido (depleción del glutatión). Por ello, sea por un mecanismo o por otro afectan a la audición.
Un estudio de hace 5 años de Curhan SG et al publicado en Am J Epidemiol ya mostró en 62.261 mujeres (31-48 años) del estudio Nurses' Health Study II, durante un seguimiento entre los años 1995-2009, que hubo una pérdida de audición en 10.012 mujeres que tomaron este tipo de fármacos. En principio se relacionó con el tiempo que se utilizaron y la dosis ingerida (mayor cuanto mayor es la dosis). Se vio que era más importante en el ibuprofeno y el paracetamol (los más utilizados) que en el naproxeno o ketoprofeno... e incluso que en la aspirina.
Siguiendo esta misma cuestión, y publicado el diciembre pasado en la misma revista, se hizo otro estudio con un seguimiento entre los años 1990–2012 en 55.850 mujeres con el que valorar este problema en el tiempo; más de 6 años de uso frente a menos de un año. Para ello se les pasó a las mujeres (edad media 53,9± 6,5 años) un cuestionario dos veces al año desde el 1990 sobre el consumo de antiinflamatorios, aspirina o paracetamol; y, en el 2012 se incluyeron preguntas relativas a la pérdida de audición en el Conservation of Hearing Study (CHEARS). En dicho tiempo hubo 18.633 casos de pérdida de audición.
Según este estudio, se concluye que en mujeres a partir de la edad media de la vida el consumo crónico de antiinflamatorios y del paracetamol se asocian con pérdida de la audición; que mayor duración del consumo incrementa el riesgo, aunque muy ligeramente, y que este efecto no se observó en la aspirina.
El tema es importante por la gran cantidad de mujeres que toman analgésicos de una manera crónica y que gran parte de los problemas de audición que pudieran tener éstas podrían ser achacables o empeorados por el consumo crónico de analgésicos. Algo que debemos tener en cuenta.
mateu seguí díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. Los analgésicos y la audición. Diari Menorca. 10-04-2017: 14 http://menorca.info/
Curhan SG, Shargorodsky J, Eavey R, Curhan GC. Analgesic use and the risk of hearing loss in women. Am J Epidemiol. 2012 Sep 15;176(6):544-54. Epub 2012 Aug 29.
Brian M. Lin Sharon G. Curhan Molin Wang Roland Eavey Konstantina M. Stankovic Gary C. Curhan. Duration of Analgesic Use and Risk of Hearing Loss in Women. Am J Epidemiol (2017) 185 (1): 40-47.
Es conocido que el uso, y sobre todo el abuso, de los analgésicos tienen efectos contraproducentes. Los análgésicos puros, o sea no antiinflamatorios (como el ibuprofeno, el diclofenaco…), serían más seguros a nivel gastro intestinal (o sea, no tendrían tanto impacto en el estómago) pero también tendrían otros efectos preocupantes. La realidad es que no hay ningún fármaco inocuo y sobre todo si se toma continuamente.
Del paracetamol, del que ya hablaremos otro día, les adelanto que su intoxicación (algo infrecuente) es una de las principales causas de trasplante de hígado en los países occidentales; y de los analgésicos morfínicos, unos fármacos que de no recetarse hace algunos años, se han convertido en medicación crónica en nuestro país, dan cuenta las cifras de dependencia, síndromes de abstinencia y sobre todo como causa de muerte (que superan a las drogas ilegales) por su abuso en países como Estados Unidos.
Sin embargo, hoy hablaremos de otra cosa. De la relación de los analgésicos antiinflamatorios y del paracetamol con la audición.
Clásicamente los médicos sabemos que dosis altas de aspirina (ac acetilsalicilico) y de los antiinflamatorios son causa de ototoxicidad (daño en el oído). Y, por tanto, siempre hemos sabido que los antiinflamatorios deben utilizarse con precaución en las personas con problema auditivos. Sin embargo, según datos de una importante encuesta de salud de EEUU, la National Health and Nutrition Examination Survey (NHANES), más del 50% de los adultos mayores de 60 años y dos tercios de las mujeres en estas edades, tendrían problemas de audición, sobre todo en las frecuencias altas, por lo que el abuso de estas sustancias podría empeorar esta situación o ser la causa de la misma.
Los antiinflamatorios pueden afectar al oído al actuar sobre el flujo sanguíneo a este nivel (en la cóclea, por la inhibición de las prostaglandinas), y el paracetamol alterando la protección del oído (cóclea) al ruido (depleción del glutatión). Por ello, sea por un mecanismo o por otro afectan a la audición.
Un estudio de hace 5 años de Curhan SG et al publicado en Am J Epidemiol ya mostró en 62.261 mujeres (31-48 años) del estudio Nurses' Health Study II, durante un seguimiento entre los años 1995-2009, que hubo una pérdida de audición en 10.012 mujeres que tomaron este tipo de fármacos. En principio se relacionó con el tiempo que se utilizaron y la dosis ingerida (mayor cuanto mayor es la dosis). Se vio que era más importante en el ibuprofeno y el paracetamol (los más utilizados) que en el naproxeno o ketoprofeno... e incluso que en la aspirina.
Siguiendo esta misma cuestión, y publicado el diciembre pasado en la misma revista, se hizo otro estudio con un seguimiento entre los años 1990–2012 en 55.850 mujeres con el que valorar este problema en el tiempo; más de 6 años de uso frente a menos de un año. Para ello se les pasó a las mujeres (edad media 53,9± 6,5 años) un cuestionario dos veces al año desde el 1990 sobre el consumo de antiinflamatorios, aspirina o paracetamol; y, en el 2012 se incluyeron preguntas relativas a la pérdida de audición en el Conservation of Hearing Study (CHEARS). En dicho tiempo hubo 18.633 casos de pérdida de audición.
Según este estudio, se concluye que en mujeres a partir de la edad media de la vida el consumo crónico de antiinflamatorios y del paracetamol se asocian con pérdida de la audición; que mayor duración del consumo incrementa el riesgo, aunque muy ligeramente, y que este efecto no se observó en la aspirina.
El tema es importante por la gran cantidad de mujeres que toman analgésicos de una manera crónica y que gran parte de los problemas de audición que pudieran tener éstas podrían ser achacables o empeorados por el consumo crónico de analgésicos. Algo que debemos tener en cuenta.
mateu seguí díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. Los analgésicos y la audición. Diari Menorca. 10-04-2017: 14 http://menorca.info/
Curhan SG, Shargorodsky J, Eavey R, Curhan GC. Analgesic use and the risk of hearing loss in women. Am J Epidemiol. 2012 Sep 15;176(6):544-54. Epub 2012 Aug 29.
Brian M. Lin Sharon G. Curhan Molin Wang Roland Eavey Konstantina M. Stankovic Gary C. Curhan. Duration of Analgesic Use and Risk of Hearing Loss in Women. Am J Epidemiol (2017) 185 (1): 40-47.